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La Logística en México: Desafíos y oportunidades en infraestructura, congestión y seguridad

Actualizado: 25 oct 2024

La Logística en México: Desafíos y oportunidades en infraestructura, congestión y seguridad

México, una pieza clave en el comercio internacional, enfrenta hoy en día retos logísticos que pueden frenar su potencial. Joel Sotelo, Gerente de TSC, la nueva división de Wideline dedicada al transporte terrestre nacional, comparte su visión sobre las barreras más críticas que enfrenta el sector y cómo Wideline, está navegando estos desafíos.




Uno de los principales obstáculos que enfrenta la logística terrestre en México es la infraestructura deficiente, especialmente la calidad de las carreteras. “Muchas de las rutas principales y secundarias que utilizamos para los fletes no han sido modernizadas en años. Esto no solo incrementa los costos de mantenimiento de nuestros camiones, sino que también pone en riesgo los tiempos de entrega, que son críticos para nuestros clientes”, explica Sotelo.


A esta problemática se suma la congestión vehicular, particularmente en grandes áreas urbanas como la Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey. "Estas ciudades tienen un tráfico pesado durante la mayor parte del día, lo que afecta la eficiencia de nuestras rutas de entrega, especialmente en lo que llamamos la ‘última milla’, cuando los productos llegan a su destino final”, comenta. Este tráfico no solo retrasa los tiempos de entrega, sino que también impacta los costos operativos al aumentar el consumo de combustible y el desgaste de los vehículos.



Pero el reto no termina ahí. La seguridad en las rutas es otra preocupación constante para la industria. “Algunos tramos son peligrosos debido al robo de mercancías, lo que nos obliga a implementar medidas adicionales de protección. Esto, por supuesto, incrementa nuestros costos, pero es una realidad a la que debemos adaptarnos para garantizar la seguridad tanto de nuestros conductores como de las cargas”, señala Sotelo.






El impacto de la falta de modernización de la infraestructura se siente en cada kilómetro recorrido. "Dependemos del transporte terrestre para mover mercancías a lo largo y ancho del país. Carreteras mal mantenidas, con baches o sin iluminación adecuada, hacen que los tiempos de tránsito se alarguen considerablemente. Un trayecto que debería tomar 8 horas fácilmente puede extenderse a 10 o 12 horas debido al estado de las vías", dice Joel. Esto afecta directamente la rentabilidad de los fletes y la capacidad de la empresa para cumplir con los tiempos de entrega que los clientes exigen.




A pesar de estos desafíos, se ha adoptado estrategias innovadoras para mitigar sus efectos, como la optimización de rutas y la implementación de tecnologías de monitoreo en tiempo real. La flota de camiones de TSC está equipada con sistemas de seguimiento avanzado que permiten una mayor visibilidad del transporte, ayudando a identificar problemas de tráfico y mejorar la seguridad en el trayecto. "Sabemos que los problemas están ahí, pero estamos comprometidos a encontrar soluciones eficientes que mantengan a nuestros clientes satisfechos y sus productos en movimiento", concluye Sotelo.


En definitiva, aunque los retos son grandes, el enfoque proactivo hacia la innovación y la eficiencia demuestra que es posible navegar estos obstáculos y convertirlos en oportunidades para fortalecer el transporte terrestre en México.

 

 
 
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